"Cada mañana se colocaba el abrigo de los miedos, el que tenía desde pequeña y que había ido creciendo a la vez que ella". Pupa se pon e cada mañana el abrigo de los miedos y sale a la calle envuelta en ellos. Y se pasa el día con miedo en el corazón. Con miedo a la soledad y miedo a que la quieran y también a que el amor la atrape. Con miedo a volar y con miedo a hundirse. Con miedo al cambio y con miedo a que todo siga igual. Teme el futuro, pero también teme repetir el pasado. Tiene miedo de no avanzar, pero también de dar un paso. Tiene miedo de los demás y también de sí misma. El peso de su abrigo de miedos es excesivo, la lastra demasiado. El abrigo de Pupa es un canto a la liberación de los miedos que nos atenazan, que nos paralizan. Las imágenes, de fuerte carga simbólica y gran expresividad, están realizadas con mezcla de lápiz, texturas acrílicas, tinta y retoque digital.