En ese país precisamente la gente casi no habla porque, para poder pronunciar las palabras, hay que comprarlas y después tragarlas. La gente, que no tiene en general mucho dinero, ahorra mucho en las palabras que tiene y que pronuncia y sólo hablan en contadas ocasiones.
Pero ésta es la historia de Diego, que un día consigue cazar tres palabras que salieron por la chimenea de la fábrica. Diego se las quiere regalar a alguien muy especial, su amiga Aura, y aunque sabe que es poco lo que puede decir con aquellas tres palabras, espera que ella entienda todo lo que quieren expresar.
* ¡Prepárate para escuchar el cuento!