* Según el neurocientífico español Jesús Guillén, en el libro "Neuromitos en Educación. El aprendizaje desde la neurociencia", la actividad física mejora la atención de los alumnos, por lo que resulta aconsejable iniciar la jornada escolar con clase de Educación Física o EJERCICIOS de ACTIVACIÓN en el aula.
* Por otro lado, los estudios realizados sobre este tema, sugieren la necesidad de recurrir a DESCANSOS ACTIVOS durante todo el horario escolar, que permitan a los alumnos moverse, entre clase y clase, o desarrollar actividad física voluntaria al aire libre durante los recreos.
"Un simple paseo por un entorno natural permite segregar una serie de neurotransmisores que recargarán de energía circuitos cerebrales que intervienen en la atención o la memoria y que se saturan como consecuencia de la actividad escolar continuada. Estos beneficios , útiles para cualquier alumno, son especialmente efectivos para aquellos que sufren de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), que son inquietos o se distraen con facilidad. No sólo esto; este simple paseo o cualquier actividad física es una estupenda forma de activar mecanismos cerebrales inconscientes que no dejan de trabajar, y que muchas veces nos permiten dar con una solución creativa a un problema que no sabemos resolver cuando pensamos en él de forma focalizada. Esto es algo que deberíamos enseñar a los alumnos.
En resumidas cuentas, puesto que el movimiento está asociado con nuestro propio proceso de desarrollo cerebral, no deberíamos desaprovechar los beneficios derivados del ejercicio físico, sin olvidar que, cuando suministramos los retos adecuados, el efecto se amplifica debido al binomio formado por el BDNF y la dopamina, efecto que constituye la esencia del aprendizaje. Lo que es bueno para el corazón, es bueno para el cerebro" (Página 23 del citado libro).