* El amor nunca se acaba cuenta de manera divertida todas las cosas que se pueden acabar. Por ejemplo, puedes quedarte sin leche, sin pañales o sin mermelada. Un fastidio, ¿verdad? Pero también puede que te quedes sin suerte o sin ideas, lo cual es bastante peor. También puedes quedarte sin ilusión, y eso sí que malo. ¿Pero sabéis qué ocurre? Que todas esas cosas, como es lógico, pueden agotarse. Pero hay algo que nunca, nunca, nunca se agota. Efectivamente, el AMOR nunca se acaba.
* Y es que el amor, protagonista de este cuento, no es algo que podamos comprar en el supermercado o que venga embotellado. No lleva pilas ni necesita recargarse. Tampoco se puede medir ni contar, ni es un juego donde gana el mejor. El amor es algo que está dentro de nosotros y que no se agota.
* ¿El truco? Cada vez que das un poco de amor, recibes más. Es tan sencillo como parece y es algo que todos, adultos y niños, deberíamos practicar más. Seguro que el mundo sería un lugar más tranquilo si nos dedicásemos a dar y recibir amor.