
* Y es que el amor, protagonista de este cuento, no es algo que podamos comprar en el supermercado o que venga embotellado. No lleva pilas ni necesita recargarse. Tampoco se puede medir ni contar, ni es un juego donde gana el mejor. El amor es algo que está dentro de nosotros y que no se agota.
* ¿El truco? Cada vez que das un poco de amor, recibes más. Es tan sencillo como parece y es algo que todos, adultos y niños, deberíamos practicar más. Seguro que el mundo sería un lugar más tranquilo si nos dedicásemos a dar y recibir amor.