Llevaba todo el curso siguiendo la pista al PROGRAMA TREVA (Técnicas de Relajación Vivencial Aplicadas al Aula), con curiosidad, intriga e ilusión porque todo lo que me llegaba me gustaba y encajaba en mi manera de sentir la escuela y mi papel como docente.
Sin embargo, tuve que asistir al curso que su creador, LUIS LÓPEZ GONZÁLEZ, ha impartido en la Universidad de Barcelona, en los primeros días de julio, destinado a docentes de Infantil, Primaria y Secundaria, para sentir y vivir toda esa filosofía, con tal intensidad, profundidad y emoción que cada minuto del curso ha sido un auténtico regalo, una caricia para mi alma.
Por primera vez, he podido constatar que toda mi trayectoria de búsqueda, evolución y crecimiento personal cobraba forma, de una manera sencilla, directa y magistral en un programa sistemático y riguroso, basado en un maridaje perfecto entre avances neurocientíficos y espiritualidad y presentado en la esfera universitaria como tesis doctoral. 
Pero lo mejor de todo es que podemos integrarlo en la escuela, para ofrecernos a nosotros, los docentes, y a nuestros alumnos, la posibilidad de rescatar al ser humano, de sacar su potencial de forma holística, reivindicando esas parcelas de la persona que la escuela ha ido abandonando por el camino y cuyas consecuencias estamos padeciendo en los centros educativos.
Me siento una privilegiada por haber formado parte de este curso que tanta fuerza y reafirmación me ha proporcionado.
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¡Gracias al grupo de compañer@s por tan alta vibración y confianza!
¡Gracias al grupo de compañer@s por tan alta vibración y confianza!
¡Gracias a LUIS LÓPEZ por compartir su delicadeza y sabiduría, por acompañarme en la construcción de mi presencia!
¡Gracias a PACO LACUEVA, formador de TREVA y maestro de Saitai, cuya intervención en el curso me ayudó a lanzar a mi ser a dimensiones hasta entonces inexploradas!
¡Gracias a PACO LACUEVA, formador de TREVA y maestro de Saitai, cuya intervención en el curso me ayudó a lanzar a mi ser a dimensiones hasta entonces inexploradas!
Manuela Romera
